16 de septiembre de 2010

trenta y cuatro años después

1976 - 2010

Mano anónima aleve y asesina,

con sólo tocarte
ha intentado
macular tu pureza,
tu inocencia,
por cierto, fracasando.

Tu grandeza de alma
es infinita.
Tu generosidad, ilimitada.
Virtudes tales
son inmaculables.

La mano anónima, aleve y asesina,
no ha podido mancharte
por mas que lo intentara.

Y esa pureza
constituye tu triunfo.
TU VICTORIA y su derrota.

Has vencido, hija mía,
y tu victoria ha sido apocalíptica.
Aunque tu estés ausente todavía
yo te lloro y te admiro
al mismo tiempo.

Jorge Ademar Falcone

A mí hija María Claudia, militante de la UES, secuestrada durante "La noche de los lápices''.

1 comentario:

Maria Agustina dijo...

Sin palabras, se me puso la piel de gallina con tan sólo leerlo.
No tiene justificación lo que hicieron esos monstruos. JUSTICIA Y NUNCA MÁS.